Alba me acompañó a identificar y ordenar mis prioridades. Hacer frente a alguno de esos fantasmas que mantenía escondidos para olvidarlos.
A pesar de mi escepticismo a la necesidad de pedir ayuda, tengo que reconocer que su delicadez y su manera de hacer me han proporcionado herramientas para centrarme, permitirme equivocarme y ajustar las autoexigencias. Para vivir más alineada conmigo. Gracias Alba.
Deja una respuesta